Mejora tu rutina de lavado para dar comienzo a un proceso de cuidado mucho más efectivo.
- Mojar bien toda la superficie del cabello
- Aplicar primer shampoo con una cantidad del tamaño de una avellana, más o menos dependiendo de tu cantidad y/o largo. Este primer shampoo es de limpieza. Lavá utilizando toda la palma de tus manos
- Aplicar shampoo una segunda vez, para acentuar el tratamiento
- Retirar el exceso de agua del cabello con una toalla, haciendo presión y no frotando
- Emulsionar el acondicionador en la palma de tus manos y aplicarlo en todo el cabello de medios a puntas
- Desenredar preferentemente en la ducha
- Enjuagar con abundante agua hasta eliminar todo el resto de acondicionador
- Secar con toalla y aplicar una pequeña cantidad de protector térmico en los largos del cabello
- Proceder al secador evitando utilizarlo en su máxima temperatura
- Listo!
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